Variables que intervienen en la posesión de balón en rugby: una revisión sistemática

Sergio Guerrero-Esteban

Joan Solé

Gabriel Daza

*Correspondencia: Gabriel Daza gdaza@gencat.cat

Idioma del original Español

Citación

Guerrero-Esteban, S., Solé, J. & Daza, G. (2023). Variables involved in ball possession in rugby: a systematic review.  Apunts Educación Física y Deportes, 153, 90-100. https://doi.org/10.5672/apunts.2014-0983.es.(2023/3).153.08

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Resumen

El presente artículo tuvo como objetivo identificar variables del juego relacionadas con la posesión del balón en equipos de alta competición en rugby. A través de una revisión sistemática, se examinó la literatura científica en estudios publicados entre el 2001 y 2021 que analizaran la posesión de balón en el contexto del rugby, en ligas profesionales, que identificaran variables de resultado y los patrones de juego. Se realizó una búsqueda en bases de datos especializadas: PubMed, Scopus, SportDiscus y Web of Science, y se encontró un total de 176 artículos. Cada estudio fue analizado por dos revisores de forma independiente; en caso de discrepancia, un tercer revisor decidió sobre su inclusión. Finalmente, fueron 16 los estudios que cumplieron con los criterios de inclusión. En la revisión se identificaron tres variables relacionadas con el resultado en las posesiones de balón: (a) ubicación en el terreno de juego y acción inicial de la posesión, (b) características de las fases de fijación (ruck), y (c) quiebres de línea. Los resultados muestran interdependencia en los diferentes estudios sobre la posesión del balón. Se considera que estas variables son responsables de la continuidad del juego ofensivo y pueden ser predictoras del resultado final de la posesión. 

Introducción

El rugby es un deporte colectivo marcado por la invasión territorial que implica la interacción y lucha entre los jugadores por la posesión del balón y el espacio, siempre dentro de un contexto dinámico y cambiante (Colomer et al., 2020). La lógica interna del juego provoca organizaciones y reorganizaciones constantes, de manera que el juego se ve influenciado por las interacciones jugador-equipo-oponente (Torrents y Balagué, 2006). Atendiendo a la alta complejidad de este deporte, disponer de un modelo de juego permite simplificar la forma de jugar de un equipo (Ashford et al., 2020). Las estrategias y patrones de juego han evolucionado con el fin de obtener ventajas respecto al rival para alcanzar un mayor rendimiento colectivo (Kraak et al., 2016). Teniendo en cuenta los estilos de juego y la influencia de la oposición, Watson et al. (2017) y Colomer et al. (2020) convergieron en la necesidad de analizar el juego en su globalidad, acentuando la importancia de los momentos en que un equipo dispone de la posesión del balón.

La fase de ataque en un equipo se inicia con la obtención de la posesión, y esta se desarrolla a través de un conjunto de acciones en el espacio y tiempo desde que se hace con el control del balón hasta que deja de controlarlo. Villarejo et al. (2014) sugirieron la instrumentalización y categorización de las posesiones para evaluar su eficacia, teniendo en cuenta la ubicación espacial donde se obtiene la posesión del balón y la manera en cómo se origina.

En relación con la categorización de las posesiones, Ungureanu et al. (2019) llegaron a la conclusión de que, en el rugby, más allá del tiempo de posesión y la cantidad de estas, los equipos que usaban sus posesiones de forma efectiva tendrían más probabilidades de victoria. 

Williams et al. (2017) estimaron que para el estudio de la posesión en rugby sería necesario conocer el tiempo total de balón en juego, es decir, la cantidad de tiempo que el balón está en posesión de alguno de los jugadores o está en situación de ser disputado por los dos equipos. Además, mostraron que un aumento del tiempo del balón en juego podría contribuir a una mayor continuidad y a un aumento del tiempo de partido, resultando en un incremento del número de acciones, y, por lo tanto, en un mayor número de posesiones totales (Williams et al., 2017).

Con la finalidad de analizar el juego ofensivo, Mckay y O’Connor (2018) categorizaron las posesiones según el momento de juego y el origen de la posesión, conformando dos grandes grupos: organización ofensiva y transición ofensiva. El juego basado en la organización ofensiva se originaría en situaciones preestablecidas en las que el ataque y la defensa actuarían bajo patrones establecidos y predecibles, mientras que el desarrollo del juego en transiciones ofensivas tendría su origen en situaciones donde los equipos inician una posesión en situaciones de juego abierto con un alto grado de impredecibilidad. Mckay y O’Connor (2018) también observaron que los equipos dispusieron de una media de 48 posesiones por partido, de las cuales 27 provenían de situaciones de juego en transiciones ofensivas y 21 de situaciones de organización ofensiva, reportando que el 56 % de las posesiones se originan en escenarios de transición al ataque.

Teniendo en cuenta la posesión como eje central de todos los artículos incluidos en la bibliografía del actual estudio, el objetivo principal de esta revisión es determinar, a través del análisis de las variables del juego en posesión del balón, qué variables influyen en mayor medida en el éxito de un equipo, entendido como ganar un partido u obtener un mayor número de puntos, con la finalidad de entender su impacto en el resultado.

Metodología

Para identificar las variables relacionadas con el rendimiento durante la posesión del balón en rugby, se realizó una revisión sistemática siguiendo la guía metodológica de Perestelo-Pérez (2013).

Fueron incluidos los estudios relacionados con el análisis observacional y estadístico del juego, indicadores de rendimiento en rugby e indicadores relacionados con la posesión del balón. Además, los estudios debían estar comprendidos entre los años 2001, fecha en la que se inicia el profesionalismo del rugby XV, y el 2021, y con datos de equipos participantes en competiciones profesionales, siendo este tipo de competiciones las que cuentan con un número mayor de datos y publicaciones a analizar. Se excluyeron los estudios en los cuales no se describía el protocolo de extracción de datos ni el tamaño de la muestra, las revisiones bibliográficas, así como las cartas al editor y los resúmenes de congresos. Se realizó un análisis de la calidad metodológica de los estudios mediante el sistema PICO (acrónimo de P: Participants; I: Interventions; C: Comparisons; O: Outcomes) (Tabla 1).

Tabla 1

Análisis de la calidad metodológica de los estudios mediante el sistema PICO

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Estrategia de búsqueda y fuentes de información

Se realizó una búsqueda bibliográfica en las bases de datos Scopus, Web of Science (WoS), PubMed y SPORTDiscus, utilizando los términos de búsqueda “rugby”, “professional” o “professional league”, “ball possession” o “possession” y “key performance indicators” o “performance analysis” o “patterns of play” (Tabla 2). Los idiomas en los que se realizó la búsqueda fueron inglés, como lengua principal de los países donde más impacto tiene el rugby, y español, como lengua materna de los investigadores. 

Tabla 2

Estrategia y ecuación de búsqueda.

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Selección de los estudios y extracción de datos

Se procedió a realizar una selección mediante la metodología PRISMA 2020 (Preferred Reporting Items for Systematic Review and Meta-Analyse) (Page et al., 2021). Tras la búsqueda se identificaron 176 estudios que fueron extraídos en una hoja de cálculo. Seguidamente se eliminaron los duplicados, y quedaron 153. Posteriormente los títulos y los años de publicación de los estudios fueron revisados en función de los criterios de selección por los investigadores. 

En este proceso de selección, los investigadores realizaron una revisión de todos los artículos preseleccionados, realizando posteriormente una puesta en común. Ante cualquier duda, un tercer revisor decidió sobre su inclusión. Un total de 16 estudios cumplieron con todos los criterios de selección (Figura 1).

Figura 1
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PRISMA diagrama de flujo del proceso de selección bibliográfica sobre las variables relacionadas con el rendimiento durante las
posesiones de balón en rugby.

Los datos relacionados con variables en posesión del balón y el número de partidos observados en los artículos fueron extraídos y analizados según sus resultados (Tabla 2, 3 y 4), para su posterior comparación y discusión.

Resultados

En los 16 estudios que se incluyeron en la revisión se identificaron tres principales variables asociadas a la posesión de balón y juego de ataque. La metodología utilizada fue observacional en todos los artículos. Los resultados mostraron la ubicación y acción inicial de la posesión, el número de rucks (fases de fijación) y los quiebres de línea como los principales factores que influyen sobre el desenlace de las posesiones en el rugby.

La ubicación y acción de origen de la posesión mostraron una frecuencia (n = 5) respecto al total, los estudios relacionados con los rucks (= 7) y las publicaciones acerca de los quiebres de línea (= 10). En los 16 artículos incluidos en la revisión, se ha constatado que analizan más de un indicador por estudio.

Respecto a la ubicación y acción de origen de la posesión (Tabla 3) se encontró que los equipos con más capacidad de iniciar las posesiones en campo contrario promediaron una mayor ratio de puntos respecto al oponente (Van Rooyen et al., 2006; Watson et al., 2017). Además, los reinicios de juego desde fases estáticas y las recuperaciones de balón a través de estas en campo rival resultaron las acciones iniciales con una mayor capacidad de anotación (Vaz et al., 2019; Schoeman y Schall, 2019). Otros autores también han considerado la importancia de tratar de forma conjunta la ubicación y la acción inicial de la posesión, debido a la importancia de la ocupación territorial en el rugby (Coughlan et al., 2019; Vaz et al., 2019).

Tabla 3

Análisis del contenido de artículos que abordan la ubicación y acción de origen de la posesión de balón.

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En cuanto a los rucks (fases de fijación), se identificaron dos factores que intervienen en la posesión de balón: el número de rucks totales por partido y la eficacia de estas fases de fijación (Tabla 4). Respecto al número de rucks, se encontró que los equipos ganadores generan un número inferior de rucks totales respecto a los equipos perdedores (Vaz et al., 2019; Bunker y Spencer, 2021; Vaz et al., 2011). 

Tabla 4

Resumen de artículos que estudian las características de las fases de fijación (rucks) durante la posesión del balón.

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En cuanto a la eficacia, se reportó que los equipos exitosos mostraban una mayor capacidad de mantener la posesión y generar continuidad a través de fases de fijación más rápidas e involucrando a menos jugadores, resultando en un mayor número de opciones de ataque y mayor capacidad de anotar puntos (Vaz et al., 2011; Schoeman et al., 2017; Ungureanu et al., 2019; Kraak y Welman, 2014). 

Los quiebres de línea fueron la variable con mayor frecuencia de estudio dentro de los estudios incluidos en esta revisión (Tabla 5). Respecto a estos, se identificó que los equipos ganadores tenían una mayor capacidad de generar quiebres de línea respecto a los equipos perdedores, indicando así que un mayor número de rupturas aumenta las posibilidades de victoria (Watson et al., 2017; Schoeman y Schall, 2019; Bunker y Spencer, 2021). También se encontró que los quiebres de línea se asociaban con un mayor número de metros ganados en posesión del balón (Mosey y Mitchell, 2019; Ungureanu et al., 2019) generando continuidad en el juego de ataque y una mayor capacidad de anotar ensayo en esa misma fase del juego o en las acciones inmediatamente posteriores (Bennett et al., 2018; Bunker et al., 2020; Den Hollander et al., 2016; Wheeler et al., 2010).

Tabla 5

Estudios revisados sobre los quiebres de línea durante la posesión del balón.

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Discusión

El propósito de esta revisión fue identificar las variables relacionadas con la posesión del balón que intervienen en el resultado.

Según los resultados obtenidos, se consideraron la ubicación y la acción de origen de la obtención del balón como un escenario inicial donde desarrollar el juego (Coughlan et al., 2019). Los hallazgos muestran que los inicios de posesión de balón en campo contrario, desde fases estáticas o a través de recuperación del balón, tanto en fases de juego abierto como desde formaciones fijas, son variables que influyen en el éxito de las posesiones (Vaz et al., 2019; Schoeman y Schall, 2019; Watson et al., 2017), ya que permiten iniciar el ataque más cerca de la zona de anotación. Las posesiones iniciadas desde fases estáticas ofrecen la oportunidad de poder lanzar el ataque de forma organizada y estratégica, con la intención de provocar un desajuste en la organización defensiva rival y avanzar hacia la zona de anotación. Por otro lado, si estas posesiones se inician a partir de una recuperación del balón, la desorganización defensiva en ese momento del juego es mayor y el escenario de transición al ataque brinda la oportunidad de encontrar más espacios donde avanzar rápidamente hacia la línea de ensayo.

En este sentido, Villepreux (1993) ya diferenció el juego de ataque en posesiones simples y complejas, diferenciándolas según si se componen de una sola fase o de diversas de ellas, siendo las posesiones complejas las que generan un mayor impacto en la eficiencia y calidad de la posesión, alternando diferentes formas de juego y generando una mayor desestructuración defensiva.

Con base en los resultados, se consideró que las fases de fijación repercuten de forma significativa en el juego, tanto por el número de estas como por su efectividad, ya que se trata de una situación táctica que provoca reorganizaciones a nivel ofensivo y defensivo, provocadas por una interrupción de la continuidad del movimiento del balón en posesión y del juego de ataque. Un menor número de rucks se relaciona con un mayor volumen de juego y acciones con balón, proporcionando a la posesión un ritmo de juego más alto (Solé, 2017), generando así un mayor estrés en el sistema defensivo (Vaz et al., 2019; Kraak et al., 2016). 

Los resultados mostraron que los quiebres de línea defensiva fueron la variable de juego que produjo un mayor número de metros ganados con la posesión del balón (Mosey y Mitchell, 2019; Ungureanu et al., 2019). Las acciones que permiten ganar la línea de la ventaja provocan una situación de desequilibrio y desorganización defensiva, permitiendo al equipo atacante ganar metros y avanzar hacia la zona de anotación (Bunker y Spencer, 2021; Schoeman y Schall, 2019; Schoeman et al., 2017), generando así una mayor probabilidad de anotar ensayos (Vaz et al., 2011; Den Hollander et al., 2016).

Se estima que las variables del juego “Ubicación y fuente de origen de la posesión”, “Fases de fijación” y “Quiebres de línea” observadas en esta revisión podrían guardar relación de dependencia entre ellas, ya que se observó que el origen y la acción inicial de la posesión pueden desencadenar un número mayor de quiebres de línea, produciendo una mayor desestructuración defensiva, a su vez generando un menor número de rucks y proporcionando así una mayor velocidad de ataque, pudiendo provocar un aumento de posibilidades de éxito en el resultado de la posesión.

Las principales limitaciones se encuentran en que, a pesar de analizar las variables con más relevancia en posesión del balón según la bibliografía, la presente revisión ha estudiado las variables de carácter ofensivo. Las constantes modificaciones en el reglamento también se consideran una limitación, ya que producen cambios significativos en el desarrollo del juego que pueden afectar a las variables analizadas. 

Se sugeriría enfocar futuras investigaciones hacia el análisis de las variables del juego defensivas y su posible interrelación con las variables relacionadas con la posesión del balón estudiadas en esta revisión. 

Las aportaciones de estas investigaciones pueden aportar información relevante acerca de las acciones del juego de ataque que determinan e impactan en el resultado. El número de rucks y quiebres de línea que realiza un equipo durante el tiempo que este dispone de la posesión del balón puede orientar al estudio del ritmo de juego y ofrecer una nueva forma de categorizar las posesiones y su resultado, con la finalidad de diseñar tareas de entrenamiento que optimicen el rendimiento de los jugadores.

Conclusiones

A través de los resultados obtenidos, se encontraron tres variables del juego en posesión del balón que influyen en el resultado de las posesiones. Estas variables son la ubicación y acción inicial de la posesión, los rucks o fases de fijación y los quiebres de línea. Las tres variables de juego fueron estudiadas de forma aislada, aunque los resultados muestran posibles relaciones de dependencia entre ellas, pudiendo entender la ubicación y acción inicial de la posesión como el escenario de origen del juego y las fases de fijación, junto a los quiebres de línea, como las acciones que más impactan sobre la continuidad y el desenlace de la posesión.

Referencias

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ISSN: 2014-0983

Recibido: 10 de agosto de 2022

Aceptado: 20 de enero de 2023

Publicado: 1 de julio de 2023