Abstract

Dentro de una configuración social como la que vivimos el tema deportivo adquiere una relevancia peculiar, dado que ha llegado a convertirse en una necesidad para un núcleo importante de la población. Sin entrar en la discusión teórica sobre la motivación del individuo hacia este tipo de práctica, dado que depende mucho del grado de integración en el modo de vida de cada uno, así la podemos considerar como primaria (biológica), secundaria (social) o como terciaria (trascendente), de lo que no hay duda es que en cualquier sistema económico, toda necesidad puede verse cubierta por la correspondiente oferta. En las prácticas o actividades fisicodeportivas, esta respuesta, dentro de un sistema económico de mercado, puede surgir de dos vías diferentes, por un lado está el Estado o Administraciones Públicas en general que responden a esta necesidad guiados por la teoría políticofilosófica del Estado del Bienestar, pero por otro lado, responden los particulares porque se dan cuenta que si la gente tiene una necesidad determinada querrá decir que están dispuestas a pagar por ella y por tanto ven en este tipo de actividad una posibilidad de lucrarse.
Dentro del amplio abanico de posibilidades que ofrecen las actividades físicodeportivas, el deporte institucionalizado adquiere una importancia indiscutible sobre los demás, ya sea porque responda a unos valores sociales, o porque responda de una forma más acertada a los patrones motores que la población desea reproducir, o bien porque se convierta en un tipo de práctica más acertada para responder a las necesidades primarias de movimiento y de relación social. Sea por el motivo que fuere, el deporte es la práctica fisica más extendida y de la cual hay una mayor demanda tanto cualitativa como cuantitativa.
Es indudable que este tipo de prácticas precisa de unas instalaciones que sean capaces de responder a estas exigencias de movimiento que plantea la población, bien en instalaciones convencionales o en instalaciones no convencionales para las prácticas fisicodeportivas mal llamadas a mi entender, alternativas.