Abstract

La salud es un tema que preocupa cada vez más a nuestra sociedad. Controles médicos, centros de salud, dietas, complejos vitamínicos y otros fármacos revitalizadores, medicina natural y demás alternativas médicas o pseudomédicas, masajes, saunas, actividad física, etc. son prácticas que actualmente están muy de moda.
Pero tener cuidado de la salud y preocuparse por ello no significa sólo “consumir” todas estas actividades que se ofrecen, sino que consiste en adoptar un estilo de vida concreto y unos hábitos de comportamiento sanos.
La educación para la salud en la escuela tiene como uno de sus principales objetivos ayudar a que el alumno adquiera toda esta serie de hábitos de salud. La escuela constituye un pilar básico en la sociedad para este tipo de formación, sobre todo si los temas se tratan interdisciplinariamente y desde diversas áreas del conocimiento. De entre todas estas, el área de Educación Física, que es la que ahora nos ocupa, resulta un marco muy adecuado desde donde promocionar y educar la salud. Si entendemos la educación para la salud como un proceso didáctico más, deberemos considerar la posibilidad de que sea evaluable con el fin de determinar si se ha llevado a cabo con éxito o no, para buscar sus motivos y para poder reconducirlo.
La evaluación de cualquier proceso se inicia con la definición de los objetivos que se pretenden conseguir y estableciendo cuáles serán los componentes del proceso que se deberán evaluar. En este artículo se han definido los objetivos de la educación para la salud desde el área de la Educación Física, a partir de los objetivos que publican los últimos documentos sobre la Reforma del Sistema Educativo (UAB, INDE, 1992). Y bajo esta perspectiva se ha establecido una relación de aspectos a evaluar en cada uno de los componentes del proceso didáctico: el programa, las condiciones de aplicación del programa, el profesor y el alumno.