Abstract

Algunos pensadores han interpretado la historia de la humanidad reduciéndola a la lucha del género humano por el logro del tiempo libre. A finales del segundo milenio de nuestra era, estamos inmersos en plena civilización del ocio gracias a la innovación tecnológica, a los enormes avances del sistema productivo capitalista, a los valores constitucionales conquistados en el proceso de civilización (cuya onda histórica arranca del parlamentarismo del final del medioevo, en 1450) y al sistema de protección sanitaria que ampara a un número creciente de ciudadanos con la más alta esperanza de vida de todos los tiempos. El tiempo libre se ha convertido en un derecho real de la población que ha transformado nuestra sociedad en una sociedad de servicios. El deporte, en todas sus formas y manifestaciones, se constituye en uno de los elementos más representativos de esta sociedad en el tiempo de ocio activo.