Abstract

La espectacularidad del récord de nuestros días ya no es como antaño, donde se disminuían cantidad de segundos o bien se aumentaban un gran número de centímetros. Hoy, los cambios que se producen son mínimos y teóricamente podemos pensar que nos hallamos más cerca del límite humano frente al esfuerzo; sin embargo, van cayendo de forma progresiva casi todas las marcas, aunque algunas se resisten a ser batidas, estableciéndose nuevas cotas de superación. Todos asumimos que el deportista nace primero y se hace después, pero cuando analizamos cuál de los dos factores es más fácil de mejorar (manipular), observamos a simple vista el hecho de la formación del deportista como factor más simple, donde el técnico puede mejorar los contenidos de la planificación del entrenamiento y conseguir un mejor desarrollo, con logros de rendimientos superiores. Esta mejora en la planificación ha sido debida, fundamentalmente, a la utilización de nuevas técnicas contrastadas, y también a la aportación de las Ciencias del Deporte, que cada vez se están acercando más al deportista y al técnico, consiguiendo de esta forma un mejor conocimiento del “qué” es el ser humano frente al esfuerzo y de cómo debe trabajar para conseguir grandes adaptaciones, pudiendo de esta forma superar sus propias marcas.