El niño asmático y la clase de educación física. Actitud a seguir por el profesor

Franchek Drobnic

Original Language

Cite this article

Drobnic, F. (1990). El niño asmático y la clase de educación física. Actitud a seguir por el profesor. Apunts. Educación Física y Deportes, 19, 29-34.

421Visites

Abstract

No es frecuente la presencia de un muchacho con asma en las clases de Educación Física. La razón no es que la morbilidad de la enfermedad sea baja (crisis intensas un 0.5% de la población escolar española, hiperreactividad únicamente 68%)(3), sino que se han puesto en marcha, equivocadamente, una serie de mecanismos sobreprotectores que impedirán su asistencia a la clase. Los padres, por una parte, intentan evitar que el niño sufra y padezca las crisis apartándole de uno de los estímulos que las provocan; los profesores y la dirección de las escuelas pretenden lo mismo, además de no desear problemas en sus centros. Los médicos, que debiéramos valorar exhaustivamente las posibilidades del sujeto antes de tomar ninguna determinación, en muchas ocasiones por desconocimiento de los beneficios del ejercicio y el juego sobre su enfermedad, intentamos contentar a los familiares facilitando que el muchacho no asista a las clases de Educación Física. Por último, el mismo muchacho y sus compañeros intentarán apartarse de una fuente de problemas cerrándose sobre sí mismos (Tabla I). Pero… ¿qué es el asma? La definición médica de la enfermedad viene a decir que es una enfermedad caracterizada por amplias variaciones a la resistencia al flujo del aire en las vías intrapulmonares sobre cortos períodos de tiempo y que se manifiesta por ataques recurrentes de tos o disnea (sensación de ahogo) separados por intérvalos libres (9), (13), (14). El aumento de la resistencia al paso del aire a través del árbol bronquial es debido a un aumento de la contracción de la musculatura lisa bronquial, y ésto se debe a una hiperreactiv idad de esta musculatura ante una serie de estímulos nocivos. Los estímulos nocivos pueden ser diversos: aumento de la contaminación (polvo, humo, sustancias cáusticas del ambiente), presencia de sustancias alergénicas en individuos sensibles a las mismas (polen, ácaros), infecciones del aparato respiratorio (catarros, resfriados…), sensibilidad a un cierto tipo de medicamentos, e incluso puede provocarla un estímulo de caracter emocional (psicofísico). Como vemos los desencadenantes son diversos, sin embargo tienen una cosa en común; siempre asientan sobre un individuo con una hipersensibilidad previa.

ISSN: 2014-0983

Published: January 1, 1990