Abstract

Las prácticas físicas en el tiempo libre han conocido en los últimos años una gran progresión. Los sucesivos sondeos y estudios que han venido realizándose revelan el continuo aumento del número de practicantes, la progresiva diferenciación de las prácticas realizadas, de los objetivos perseguidos. Todo ello ha conllevado un aumento de su peso específico en lo social: a nivel temporal, espacial, sociocultural, económico e institucional. No obstante un análisis más pausado revelaría que el camino a recorrer, todavía es muy grande (aunque algunos echen las campanas al vuelo, al afirmar que la tasa de practicantes es similar o cercana a la de otros países europeos) como parecen confirmar ciertos hechos y procesos: —    el elevado número de ciudadanos que desearían practicar pero no lo hacen por algún obstáculo, o el de aquellos que ignoran la conveniencia de su realización; —    la escasez de investigaciones orientadas hacia las nuevas prácticas corporales surgidas tras la transición. Hoy en día las investigaciones siguen localizadas en un sector muy concreto y cada vez más reducido del sistema de las prácticas físicas de tiempo libre, cuales son las “deportivas”, las orientadas hacia el rendimiento. A ello cabe añadir la escasez de investigaciones realizadas por equipos pluridisciplinares, que aborden en todas sus dimensiones (biológicas, psicológicas, sociales, pedagógicas, espaciales…) las prácticas corporales; —    la ambiguedad y confusionismo conceptual existente: deporte para todos, deporte recreativo, deportepráctica, deporte de tiempo libre, deporte-ocio,    deporte-municipal, nuevos deportes, deportes alternativos, deporte escolar, deporte infantil… —    el bajo grado de sinergía y de racionalización de la mayoría de las estructuras públicas productoras de la oferta o de los elementos que la constituyen.  Por otro lado seguimos produciendo desde un punto de vista cualitativo, y salvo excepciones, los mismos equipamientos, los mismos programas, las mismas técnicas. Prueba de ello son los conflictos y tensiones surgidos cuando determinados agentes innovadores han tratado en ciertas Federaciones, INEFS y Administraciones Autonómicas y Locales de dar respuesta y salida a las nuevas expectativas, a las nuevas necesidades de la población. Paradógicamente esta resistencia a la innovación no se da en general en el sector privado comercial.