Resumen

Sería necesario hablar de actividades acuáticas con niños de meses hasta 6 años, pero desgraciadamente es muy difícil encontrar un espacio que reúna las condiciones óptimas en cuanto a entorno y temperatura agua-ambiente para poder trabajar este tipo de actividad. Por lo tanto, el trabajo quedará enmarcado en las edades 2,5-6 años. Nos ha preocupado mucho poder elaborar un programa de trabajo en el que la actividad piscina no se desvinculase del entorno escuela y, por otra parte, poder acoger dentro de la programación todas las posibilidades que ofrece el trabajo con agua y adecuarlo a las necesidades psíquicas y motrices de cada grupo de edad determinado.

En las actividades acuáticas el niño puede experimentar movimientos corporales más amplios que en el medio terrestre; es necesario pues aprovechar este factor y orientar la actividad piscina hacia un refuerzo de las actividades motrices del niño. La situación en el nuevo espacio, los movimientos motrices, el diminio del cuerpo, la autonomía, la relajación, el lenguaje, las sensaciones táctiles y visuales, entre otros, pueden tener un tratamiento más amplio si se incluyen en la actividad piscina.