Colectivo LGTBIQA+, salud mental y contexto deportivo: una revisión sistemática

Maria Rovira-Font

Anna Vilanova-Soler

*Correspondencia: Anna Vilanova-Soler anna.vilanova@gencat.cat

Idioma del original Catalán

Citación

Rovira-Font, M. & Vilanova-Soler, A (2022). LGTBIQA+, Mental Health and the Sporting Context: A Systematic Review. Apunts Educación Física y Deportes, 147, 1-16. https://doi.org/10.5672/apunts.2014-0983.es.(2022/1).147.01

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Resumen

La mayoría de las personas que se identifican como lesbianas, gays, trans, bisexuales, intersexuales, queer y asexuales experimentan alguna forma de discriminación en el entorno deportivo, hecho que incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades de salud mental. El objetivo de la presente revisión es proporcionar una visión actualizada de la existencia de enfermedades de salud mental del colectivo LGBTIQA+ en el contexto deportivo. Como estrategia de búsqueda se buscaron, de manera sistemática, artículos desde 1996 hasta 2019 en cinco bases de datos: Web of Science, Scopus, PubMed, Sociological Abstracts y Eric. En la revisión se seleccionaron los artículos que relacionaran las tres áreas de estudio: factores asociados a la salud mental, personas que pertenecen a grupos de minorías sexuales y de género y contexto deportivo. Se incluyeron revisiones e investigaciones en inglés y español. Los resultados se plasmaron en una tabla de obtención de datos. En las primeras búsquedas se recuperaron un total de 2081 registros, de los cuales 26 cumplían los criterios de inclusión. Los artículos se clasificaron en tres campos, según el foco del estudio: 1) experiencia y discriminación en el deporte, 2) prevención e inclusión, 3) las percepciones y asociaciones sobre el género, la identidad y la orientación sexual en el deporte. Finalmente, como conclusión se identificó una alta prevalencia de problemas de salud mental en las personas LGBTIQA+ a causa de las experiencias en entornos hostiles y LGTBIfóbicos dentro del contexto deportivo.

Palabras clave: deporte, discriminación, identidad de género, LGTBIfobia, orientación sexual, salud mental.

Introducción

Casi el 40 % de la población que pertenece a un grupo de minorías sexuales ha experimentado discriminación o acoso a causa de su sexualidad (Agencia Europea de Derechos Fundamentales, 2020). El acoso es un fenómeno social definido por acciones negativas repetidas basadas en un desequilibrio de poder entre iguales mediante el cual el individuo más poderoso ataca o acosa al individuo menos poderoso con la intención de dañar o molestar (Olweus, 1996). Así pues, la LGTBIfobia es la discriminación de la orientación sexual real o percibida por un individuo con la intención de denigrar y devaluar (Baiocco et al., 2018). Esta discriminación causa estrés social especialmente entre las personas que pertenecen a categorías sociales estigmatizadas. Las discriminaciones continuadas requieren adaptaciones mediante respuestas de afrontamiento que causan repercusiones emocionales y que pueden desarrollar problemas de salud mental (Symons et al., 2017).

En el contexto deportivo, se intensifica la discriminación contra las personas LGTBI (lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales), ya que el deporte ha sido históricamente un espacio de dominación masculina reservado a la masculinidad hegemónica (heterosexuales, con alto desarrollo físico y poca afectividad emocional) (Serra et al., 2019). Este dominio explica la baja participación de las mujeres y el rechazo de la homosexualidad. A pesar del cambio social experimentado en las sociedades contemporáneas, el deporte sigue siendo uno de los pilares con más influencia androcéntrica y con gran hostilidad a la presencia de personas de minorías sexuales (Moscoso y Piedra, 2019). Como consecuencia, estas a menudo evitan el contexto deportivo: de 93079 adultos LGBT (mayores de 18 años) de 28 países, casi la mitad (42 %) confesaron que evitan los clubs deportivos por miedo a ser agredidos, amenazados o acosados por su orientación sexual o identidad de género (European Union Agency for Fundamental Rights, 2013).
Cuando nos centramos en las personas adultas que pertenecen a un grupo de minorías sexuales, se observa que la LGTBIfobia en el contexto deportivo es un fenómeno social frecuente, que causa malestar en las personas que la sufren (Baiocco et al. 2018). En referencia al deporte recreativo, las personas trans prefieren los deportes y actividades individuales que los deportes de equipo y practican principalmente footing, andar y entrenamiento de hipertrofia (López- Cañada et al., 2020).
En el contexto profesional, de acuerdo con Lee y Cunningham (2016), tanto los entrenadores y entrenadoras como el colectivo de deportistas pueden sufrir discriminación si se identifican como persona LGBT o no se comportan según los mandatos de género propios de su sexo. Estos prejuicios pueden afectar a sus actitudes y ser relevantes en el ámbito profesional. Según Pronger (1999), el deporte de competición, como espectáculo y práctica cultural inmensamente popular, desarrolla un papel importante en la reproducción de estereotipos de género implícitos en nuestro sistema patriarcal, motivo por el cual genera situaciones LGTBIfóbicas.
Según DeFoor et al. (2018), en el ámbito de la adolescencia, los comportamientos propios del contexto deportivo a menudo también producen perjuicios, ya que este es el periodo de cambio durante el cual se definen la identidad y la personalidad, es un momento de inestabilidad y vulnerabilidad emocional. Actualmente todavía siguen existiendo barreras en la participación en el deporte de la juventud que pertenece a un grupo de minorías sexuales, hecho que les impide enriquecerse de los beneficios psicosociales de la participación en deportes con otros jóvenes de la misma manera que sus iguales heterosexuales (Doull et al. 2018).
Según el estudio de Anders y DeVita (2019), en las sesiones de educación física las personas estudiantes-deportistas LGTBIQ+ tienen el doble de probabilidades que sus homólogos heterosexuales de ser acosados, ignorados o excluidos deliberadamente de las actividades deportivas de equipo. Este hecho genera que la población LGTBIQ tenga entre dos y tres veces más de probabilidad de sufrir ansiedad y depresión y casi el 14 % intentará autolesionarse o suicidarse (Turk, 2018).
Aunque existe literatura científica en relación con las enfermedades mentales que las minorías sexuales pueden sufrir a causa de la intimidación y de las experiencias discriminatorias en el contexto deportivo, todavía no se ha efectuado ninguna revisión sistemática que examine y relacione las tres áreas (salud mental, personas LGBTIQA+ y contexto deportivo). Así pues, el objetivo de esta revisión sistemática es proporcionar una visión actualizada de la existencia de enfermedades de salud mental de las personas LGBTIQA+ en el contexto deportivo. Se ha efectuado a través de: a) conocer el porcentaje de artículos relacionados con la salud mental, las personas que pertenecen a minorías sexuales y el contexto deportivo desde las primeras publicaciones de esta temática, en 1996, hasta 2019; b) clasificar los artículos según el autor, el año de publicación, las características de los participantes, la metodología utilizada y los factores asociados con el estado de salud mental; c) identificar las áreas temáticas a las que hacen referencia los artículos y clasificarlos según estas.

Metodología

Esta revisión sistemática ha identificado, seleccionado y valorado críticamente la información relevante de los estudios incluidos. Con la finalidad de mantener el rigor metodológico, se han aplicado los ítems definidos por la declaración PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic reviews and Meta-Analyses). Se trata de un conjunto mínimo de elementos basados en la evidencia para la presentación de informes en revisiones sistemáticas y metanálisis (PRISMA, 2021).

Estrategia de búsqueda

Se consultaron cinco bases de datos: Web of Science, Scopus, PubMed, Sociological Abstracts y Eric. Las publicaciones se buscaron sistemáticamente desde 1996 hasta 2019 mediante combinaciones de los términos: LGBTI, LGBT, gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, transgénero, intersexuales, asexual, deporte, atleta, bienestar, salud mental, trastorno, acoso; se utilizaron los términos anglosajones. En las bases de datos Web of Science y Scopus se detectaron las palabras clave aceptadas y se utilizó el historial de búsquedas y la combinación de búsquedas. En las bases de datos Sociological Abstracts y Eric se utilizó el filtro deportivo para determinar los elementos de búsqueda. La relación entre los términos de investigación, las bases de datos y los artículos encontrados, descartados y seleccionados se muestra en la Tabla 1.

Tabla 1

Estrategias de búsqueda de bases de datos.

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En el proceso de selección de los artículos se definieron tres etapas (la identificación, la proyección y la elegibilidad), con la finalidad de identificar los artículos que se incluyeron en la revisión. La Figura 1 muestra el resumen de las etapas y resultados de la estrategia de investigación.

Figura 1
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Etapas y resultados de la estrategia de búsqueda mediante el diagrama de flujo propio de la declaración PRISMA.

Tabla 2

Criterios de inclusión de la literatura buscada.

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Criterios de elegibilidad

Para empezar, se definieron tres áreas de estudio: los factores relacionados con la salud mental, las minorías sexuales y de género y el contexto deportivo. Los artículos que analizaban una de estas tres áreas se exportaron al gestor de referencias bibliográficas Mendeley y se eliminaron los duplicados. De estos, se seleccionaron e incluyeron en la revisión los artículos que relacionaban las tres áreas. Se incluyeron revisiones e investigaciones escritas en inglés o español con estatus de publicación: publicación en línea. Se excluyeron los artículos de diarios y revistas de divulgación. Además, se excluyeron los artículos que no estudiaban exclusivamente a las personas LGTBIQA+. La fecha de publicación no fue un criterio de exclusión. En la Tabla 2 se pueden observar los criterios de inclusión utilizados en la revisión.

Obtención de datos

Se creó una tabla de obtención de datos para registrar las autorías, títulos, tipo de fuentes y publicaciones, objetivo del estudio, campos, participantes, métodos, descripciones de la intervención, factores asociados al estado mental y resultados. Los datos más significativos fueron seleccionados y reflejados en la Tabla 3 resumen, presentada en el apartado de los resultados.

Tabla 3

Resumen de los artículos seleccionados.

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Resultados 

Las búsquedas iniciales en las bases de datos generaron un total de 2081 registros, de los cuales 26 estudios cumplían los criterios de inclusión y se incorporaron a la revisión. Todos los estudios fueron publicados entre 1996 y 2019: el 50 % se presentó entre 2018 y 2019; el 23 %, entre 2016 y 2017; el 8 %, en 2014 y 2015, y el 19 % restante, entre 1996 y 2013. Por lo tanto, se puede observar una tendencia creciente desde 2016, con el pico de publicaciones en 2018, con siete publicaciones. La gran mayoría de los artículos incluidos en la revisión sistemática, 25, están escritos en lengua inglesa, y solo un artículo en lengua española. En lo referente al método, el 73 % de los artículos utilizó una metodología cualitativa, el 15 % utilizó una metodología cuantitativa y el 12% utilizó una metodología mixta. En referencia al tipo de publicación, el 69 % (18 estudios) generó datos primarios con investigaciones originales (estudios de caso, estudios temporales, estudios interpretativos y retrospectivos); tres artículos analizaron muestras a escala de población, superior a 10000 participantes; tres tuvieron muestras de más de 200 participantes; un artículo obtuvo una muestra entre 100 y 200; tres, entre 50 y 100; tres, entre 10 y 20; tres, por debajo de 10, y un artículo no especificó el número de participantes del estudio. Ocho artículos generaron datos secundarios a partir de artículos de revisión (revisiones narrativas y revisiones sistemáticas). Si se analiza el tipo de muestra, el 64 % de los estudios se centra en las minorías sexuales como colectivo (16 artículos), el 20 % en las personas trans (cinco artículos), el 12 % en las lesbianas (tres artículos), el 4 % en los gais (un artículo) y el 4 % restante en los queer  (un artículo).

Los artículos se clasificaron en tres campos, en función del foco del estudio: 1- experiencia y discriminación en el deporte, 2- prevención e inclusión 3- las percepciones y asociaciones sobre el género, la identidad y la orientación sexual en el deporte.

Experiencia y discriminación en el deporte

De los artículos analizados, 16 pertenecen a la categoría de experiencia y discriminación en el deporte. Estos investigan las actitudes LGTBIfóbicas hacia los colectivos de minorías sexuales y de género dentro del ámbito deportivo y las problemáticas de salud mental que les genera este entorno (Baiocco et al., 2018; Block, 2014; Devís-Devís et al., 2018; Doull et al., 2018; Greenspan et al., 2017; Hargie et al., 2017; Greenspan et al., 2019a; Krane, 1996; Krane y Barber, 2005; Moscoso y Piedra, 2019; Pérez-Samaniego et al., 2019; Petty y Trussell, 2018; Phipps, 2019; Pronger, 1999; Symons et al., 2017; Turk, 2018).

La mitad de los artículos se centraron en la etapa adolescente. Estos describían el contexto deportivo como un entorno LGTBIfóbico, inseguro, con situaciones de acoso, discriminación e intimidación. Estas circunstancias incrementaban la posibilidad de sufrir alteraciones de salud mental como estrés y depresión (Block, 2014; Devís-Devís et al., 2018; Doull et al., 2018; Greenspan et al., 2017, Greenspan et al., 2019a; Petty y Trussell, 2018; Phipps, 2019; Turk, 2018). Las características del entorno deportivo y las situaciones de acoso a partir del uso del lenguaje exclusivo provocaban una disminución en la participación en el deporte de la juventud del colectivo LGTBQ (Petty y Trussell, 2018; Turk, 2018). Según Turk, 2018, existe una falta de estrategias de inclusión por parte de los entrenadores y entrenadoras a la hora de dinamizar los entrenamientos.

Las experiencias de las personas LGTBIQ+ dentro del entorno educativo se describían en cinco artículos. En estos se explicitan las dificultades, la confusión y la frustración de las personas jóvenes que confesaban su sexualidad o género como personas de un grupo de minoría sexual y de género (Petty y Tussel, 2018). En el entorno escolar, la juventud también sufre acoso, situaciones de inseguridad y de incomodidad en las clases de educación física. Un artículo mencionaba que los estudiantes LGTBIQ+ preferían practicar actividad física fuera del contexto escolar (Greenspan et al., 2019a). Se evidencia también la falta de dinamizaciones inclusivas en las clases de educación física por parte del profesorado (Block, 2014; Devís-Devís et al., 2018). Dentro del entorno educativo, dos estudios examinaban las personas trans. Estos describían el problema del contexto binario en las clases de educación física y reflejaban la importancia del papel del profesorado de esta área. Finalmente, una de las conclusiones comunes de los dos estudios era el obstáculo que representaban los vestuarios para los estudiantes trans (Devís-Devís et al., 2018; Phipps, 2019).

En tres ocasiones, los artículos se centraban en los profesionales. En general, coincidían en dos premisas: LGTBIfobia como parte de la cultura deportiva y que los profesionales LGTBIQ sufrían acoso, abuso y estrés en su entorno laboral. Dos de estos artículos hacían referencia a deportistas profesionales (Krane, 1996; Pronger, 1999) y uno hacía referencia a entrenadoras lesbianas (Krane y Barber, 2005).

Pronger (1999) concluía que los entornos deportivos LGTBIfóbicos y las situaciones continuamente estresantes podían ser la razón de abandonar finalmente el deporte. También mencionaba que los deportes de competición más masculina como, por ejemplo, el boxeo, el fútbol, el fútbol americano y el hockey eran espacios más LGTBIfóbicos. El estudio de Krane (1996) se centraba en las consecuencias para la salud mental que suponen los entornos hostiles y excluyentes para las deportistas profesionales lesbianas, como la baja autoestima, poca confianza, baja percepción de satisfacción y alto nivel de estrés. Solo un estudio examinaba una muestra de entrenadoras lesbianas y concluía que cada mujer luchaba por negociar su identidad lésbica en aquel 

entorno de manera que, en muchos casos, aunque las entrenadoras eran apasionadas de su profesión, se veían obligadas a comportarse de maneras opuestas a sus valores personales (Krane y Barber, 2005).

Un total de cinco artículos se centraban en personas de minorías sexuales y de género mayores de 18 años. Todos los estudios coincidían en el hecho de que el deporte estaba lejos de ser universal, abierto y accesible a todas las personas. También describían el deporte como predominio de la heteronormatividad, el control social, las relaciones de poder y la discriminación de cualquier orientación sexual que no responda a las normas establecidas del deporte (Baiocco et al., 2018; Hargie et al., 2017; Moscoso y Piedra, 2019; Pérez-Samaniego et al., 2019; Symons et al., 2017). La LGTBIfobia, los lenguajes discriminatorios y el compromiso negativo con el deporte también fueron conclusiones comunes. Los artículos describían la sensación de miedo y de inseguridad y el acoso que sufrían las personas LGBTI en el deporte.

Uno de los artículos se centraba en las personas gais y los comparaba con sus homólogos heterosexuales. Mencionaba que las personas gais abandonaban más frecuentemente los deportes a causa del temor a ser acosados. Por otra parte, también tenían una presión familiar más fuerte para adaptarse a los deportes considerados más masculinos (Baiocco et al., 2018). Otros estudios, en concreto dos, analizaban las personas trans y concluían que sentían estrés, malestar, ansiedad y problemas de salud mental, y también enfatizaban la problemática de los vestuarios como una barrera para practicar deporte (Hargie et al., 2017; Pérez-Samaniego et al., 2019).

Prevención e inclusión

A raíz de la clasificación de los estudios, cuatro se incluyeron en la categoría de prevención e inclusión. Todos tenían en común el análisis de los puntos clave del contexto deportivo para generar espacios seguros e inclusivos para las personas LGBTIQ (DeFoor et al., 2018; Greenspan et al., 2019b; Mattey et al., 2014; Morris y Van Raalte, 2016).

De estos, tres artículos se centraban en el contexto educativo en la etapa de la adolescencia (DeFoor et al., 2018; Greenspan et al., 2019b; Mattey et al., 2014) y uno analizaba el anti-vilification program (programa contra la incivilización), un programa de lucha contra la violencia en los deportes en la etapa de la adolescencia. Consistía en un taller para evitar el acoso en el contexto deportivo. Los objetivos del programa eran concienciar al alumnado sobre el acoso LGTBIfóbico mediante experiencias positivas en el deporte para todas las personas participantes, aumentar el conocimiento de las consecuencias de las discriminaciones y ayudar a los colectivos de deportistas y de entrenadores y entrenadoras a crear entornos seguros y libres de acoso (Mattey et al., 2014).

En uno de los artículos se describía la importancia del papel de los profesionales de la medicina deportiva en la investigación de atención médica preventiva y rutinaria (DeFoor et al., 2018). Y en otro se describía el modelo SAFE (atletismo escolar para todo el mundo) mediante el análisis de los entornos para crear espacios seguros en el contexto deportivo. Este modelo permitía dar apoyo al profesorado de educación física para obtener una comprensión más amplia de las situaciones experimentadas por los jóvenes LGBTQ en entornos deportivos, además de ofrecer apoyo a través de tutorías que permitían el desarrollo de los profesionales para promover prácticas más positivas e inclusivas (Greenspan, et al., 2019b).

El último artículo de esta categoría analizaba las personas transgénero. En este artículo se examinaban las mejores prácticas relacionadas con la creación de espacios seguros para estos colectivos. La prevención de la discriminación implica tener sensibilización, crear espacios seguros y enfatizar las experiencias que sufren las personas TGNC (transgender and gender-nonconforming), personas trans inconformistas de género (Morris y Van Raalte, 2016).

Las percepciones y las asociaciones sobre el género, la identidad y la orientación sexual en el deporte

Finalmente, seis artículos se clasificaron en la categoría de las percepciones y las asociaciones sobre el género, la identidad y la orientación sexual en el deporte. Estos examinaban las opiniones sobre los grupos de minorías sexuales y de género de las personas del entorno deportivo (Anders y DeVita, 2019; Atteberry-Ash et al., 2018; Halbrook, 2017; Lee y Cunningham, 2016; Plymire y Forman, 2001; Sartore y Cunningham, 2009).

Cuatro de los artículos analizaban las opiniones sobre las personas LGTBIQ+ en el ámbito educativo (Anders y DeVita, 2019; Atteberry-Ash et al., 2018; Halbrook, 2017; Sartore y Cunningham, 2009).

En dos artículos se analizaron las percepciones de los entrenadores y entrenadoras sobre deportistas LGTBIQ+. En general, los entrenadores y entrenadoras consideraban que el deporte estaba desprovisto de sexualidad, aunque a menudo describían situaciones en las cuales se hacían comentarios despectivos y chistes hacia las personas deportistas LGBTIQ+. Delante de estas situaciones, los entrenadores y entrenadoras minimizaban las consecuencias, ya que a menudo justificaban los comentarios como una broma de carácter inocente (Anders y DeVita, 2019; Halbrook, 2017).

Las percepciones del estudiantado heterosexual se analizaron en un artículo que examinaba las opiniones sobre el apoyo de las directrices que protegen a las personas deportistas LGTB en clubs intercolegiales. En una muestra de aproximadamente 40000 estudiantes, el 35 % no estaba ni de acuerdo ni en desacuerdo con las directrices, con una diferencia significativa entre los hombres y las mujeres encuestados con relación a las puntuaciones medias de apoyo hacia el colectivo LGBT, con más apoyo de las mujeres encuestadas (Atteberry-Ash et al., 2018).

Un artículo examinaba la percepción de los deportistas, padres y madres sobre las entrenadoras que se identificaban como lesbianas. Se concluyó que la percepción de los deportistas estaba fuertemente asociada a la falta de voluntad de participar en un equipo entrenado por una mujer lesbiana y que la percepción de los padres y madres se relacionó significativamente con la falta de voluntad de permitir que una mujer lesbiana estuviera entrenando a los niños (Sartore y Cunningham, 2009). Otro artículo se centró en definir los prejuicios sexuales de las personas adultas a partir de identificar sus opiniones en el análisis de dos deportes: el patinaje artístico masculino y el fútbol americano. Se estableció un modelo de ecuaciones estructurales que mostraba que los prejuicios sexuales presentan una asociación positiva en la identificación de los roles del género en el fútbol y una asociación negativa en la identificación en el patinaje artístico masculino (Lee y Cunningham, 2016).

Finalmente, el último artículo de esta categoría examinaba las respuestas de un grupo de fans sobre la identidad sexual de las deportistas profesionales; en este caso, sobre la jugadora de baloncesto Cheryl Miller. Las respuestas analizadas fueron diversas, desde comentarios LGTBIfóbicos hasta otros de apoyo (Plymire y Forman, 2001).

Discusión

Actualmente existen pocas muestras publicadas que relacionen personas del colectivo LGTBIQA+, enfermedades de salud mental y contexto deportivo; solo 26 artículos cumplieron los criterios de inclusión. Sin embargo, hay que resaltar un interés mayor por esta temática, ya que existe una tendencia creciente de publicaciones en los últimos tres años.

Aunque se ha experimentado un cambio social en las sociedades avanzadas, el deporte sigue siendo uno de los pilares más acentuados de la dominación androcéntrica. Esta determina las instituciones deportivas estructural y simbólicamente (Moscoso y Piedra, 2019). Por lo tanto, el contexto deportivo es el resultado de las percepciones y las asociaciones negativas de la población y, con más atención, de las personas que están en contacto con el deporte, como los entrenadores y entrenadoras, el profesorado de educación física, los deportistas y las personas aficionadas al deporte profesional. A menudo, este entorno tiene una falta de voluntad de inclusión, y, por ello, las situaciones LGTBIfóbicas se perpetúan. El entorno deportivo actual está lejos de ser accesible y universal para todas las personas (Baiocco et al., 2018). En general se establece una falta de sensibilización, de conocimiento y de empatía de la población hacia los grupos de minorías sexuales y de género. Hay que resaltar que las mujeres tienen más sensibilización que los hombres (Atteberry-Ash et al., 2018). Los entornos deportivos de competición más masculinizados tienen más exclusión y más situaciones LGTBIfóbicas que otros deportes sin estas connotaciones (Pronger, 1999). Estos entornos provocan que las personas que pertenecen a un grupo de minoría sexual y de género abandonen el deporte con más frecuencia (Doull et al., 2018).

La mayoría de los estudios analizan las experiencias de discriminación que viven las personas del colectivo LGTBIQA+. El entorno deportivo se describe como un espacio de discriminación, de acoso, de intimidación, de estigmatización, con uso de lenguaje exclusivo hacia las personas LGTBIQA+. La discriminación hacia las personas trans puede ser más agresiva, ya que a veces tiene episodios de violencia (Devís-Devís et al., 2018). El contexto descrito provoca enfermedades en la salud mental de las personas LGTBIQA+, como ansiedad, malestar, estrés, frustración, miedo, baja autoestima, niveles bajos de confianza, poca satisfacción, tristeza y depresión. Para poder cambiar esta tendencia se necesita hacer planes de prevención y modificación de las actitudes hacia las personas de un grupo de minoría sexual y de género en los contextos deportivos. Estos programas se tienen que basar en la educación, la concienciación y la sensibilización del entorno. En la literatura actual hay pocos estudios sobre programas de prevención y revisiones de buenas prácticas inclusivas que permitan dar herramientas al entorno y a las personas involucradas para neutralizar la situación descrita hacia las actitudes LGTBIfóbicas.

En la revisión se adoptaron criterios de búsqueda amplios para incluir todas las evidencias de las áreas estudiadas, se aceptaron investigaciones y revisiones. Las características de las muestras no fueron un criterio de inclusión; no obstante, se identificó una falta de investigaciones sobre el colectivo LGTBIQA+, la salud mental y el entorno deportivo.

Si nos centramos en el objeto de la muestra, se puede percibir una falta de artículos concretos y específicos, que analicen el estado de salud mental de las personas gais, lesbianas, bisexuales, trans, intersexuales, asexuales o queer  independientemente, no como colectivo, ya que en cada grupo social inciden realidades y características propias. De los 26 artículos que se han incluido en la revisión, ninguno menciona a las personas asexuales y ninguno describe las situaciones de las personas bisexuales e intersexuales de forma individual. Por otra parte, todavía no existe un acuerdo que defina qué siglas se utilizan para definir al colectivo de minorías sexuales, ya que cada autoría utiliza unas siglas diferentes cuando quiere describir y definir al colectivo (LGTBIQ+, LGTB, LGTBI, etc.). En esta revisión sistemática se ha querido utilizar la sigla LGTBIQA+ (lesbianas, gais, trans, bisexuales, intersexuales, queer y asexuales, y el +, que se utiliza para incluir a otras personas que no se consideren cisgénero ni ninguna de las otras denominaciones anteriores) con la finalidad de no excluir a ninguna persona de minoría sexual y de género.

También faltan artículos que analicen la realidad de los deportistas profesionales, adolescentes o personas que practican deporte federado o no federado, su situación en los clubs, las percepciones de los aficionados y las experiencias de las personas en los diferentes contextos deportivos, en un gimnasio, ligas no profesionales, etc., ya que en cada contexto existe una realidad propia y a menudo diferente.

Se puede percibir que una de las limitaciones de la revisión ha sido la falta de especificación de las áreas de estudio, así como no limitar la edad de los participantes, el tipo de enfermedad mental o el tipo de publicación. Sin embargo, lo que se ha buscado con este enfoque es entender y exponer cuál es la situación del colectivo LGTBIQA+ en el contexto deportivo desde una perspectiva amplia.

Conclusiones

En los contextos deportivos, actualmente todavía existen actitudes LGTBIfóbicas definidas por situaciones de discriminación, acoso y estigmatización. Los resultados de la revisión sistemática confirman la alta prevalencia de problemas de salud mental como el estrés, la angustia, la tristeza, el malestar, la baja autoestima o la depresión de personas que pertenecen a un grupo de minoría sexual y de género. El análisis de la alteración de la salud mental de los colectivos LGTBIQA+ en contextos deportivos es un campo emergente de investigación de interés. Aunque todavía hay pocos estudios sobre esta temática, la mayoría se han publicado en los últimos años, hecho que denota una tendencia al alza en las publicaciones de las áreas estudiadas. Esta revisión establece la necesidad de incrementar las investigaciones sobre las experiencias discriminatorias de las minorías sexuales en el deporte, con más especificidad del contexto deportivo y del tipo de identidad sexual y de género. También son necesarios más estudios sobre programas de prevención y revisiones de buenas prácticas inclusivas para poder cuestionar los roles de género de los entornos deportivos, dando herramientas tanto a las personas afectadas como a las que las rodean. Esta información puede ayudar a desarrollar apoyos e intervenciones destinadas a aumentar el bienestar de las personas en riesgo de discriminaciones LGTBIfóbicas.

Referencias

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ISSN: 2014-0983

Recibido: 20 de abril de 2021

Aceptado: 23 de julio de 2021

Publicado: 1 de enero de 2022