Resumen

Desde los primeros Juegos Olímpicos Modernos celebrados en Atenas hace aproximadamente un siglo, se ha venido produciendo una mejora continua de los resultados deportivos. El progreso ha sido constante y, aunque la curva que muestra la evolución de los récords posee una tendencia asintótica, hay razones suficientes para suponer que dicha mejora va a continuar durante mucho tiempo. Sin embargo, estas mejoras no son fruto de la casualidad, son el producto de diversos factores interrelacionados, que pueden ser explicados en un contexto de «desarrollo» y/o «evolución» de la sociedad contemporánea, que tiende a reconocer y valorar, con un criterio mucho más favorable que antaño, la importancia que la cultura física y deportiva tiene para el hombre de nuestros días. Entre estos factores coadyuvantes a ese cambio, destacamos los siguientes: En primer lugar y directamente relacionado con la mejora cualitativa del nivel de bienestar social, el aumento del número de practicantes de todos los tipos de actividades físicas y deportivas. Esto ha facilitado la implantación de un nuevo concepto de «cuerpo saludable» (que va más allá del cuerpo sano, carente de patologías) como un exponente más de la calidad de vida. En segundo lugar, el cambio de status habido en el reconocimiento social —y económico— del deportista de alto rendimiento (deporte profesional), dentro de una nueva concepción del deportista de élite, al cual no se le infravalora, ni se enfrenta —la meta final del deportista de élite (el desarrollo de sus capacidades deportivas)— con determinados valores socioculturales. En tercer lugar, y con una incidencia más directa en el resultado deportivo, el desarrollo sistemático y multidiciplinar de las bases científicas del entrenamiento deportivo. Como consecuencia de ese desarrollo se ha generado un «corpus» de conocimiento que no para de crecer y que ha significado, entre otros cambios, la ampliación del clásico equipo deportivo atleta-entrenador, a otros profesionales, entre los que destacamos: biomecánicos, médicos, psicólogos, fisioterapeutas, etc. Valorar la evolución habida en el entrenamiento deportivo, reflejar una imagen actual de las diversas facetas del deporte de competición, son el principal objetivo del presente dossier así como el nivel de desarrollo del conocimiento en este campo. Su título: «La nueva dimensión del entrenamiento deportivo», enfoca ya hacia el importante cambio estructural que en las últimas décadas se ha venido produciendo. El presente dossier está formado por seis artículos de los que son autores otros tantos profesores de los INEFs de Barcelona y Madrid. El primero, El análisis biomecánico de las técnicas deportivas plantea la importancia de la optimización de la técnica deportiva como uno de los pilares básicos sobre los que se fundamenta el entrenamiento, y las posibilidades que brinda la actual biomecánica para realizar con éxito esta labor, tanto a nivel general, estableciendo principios biomecánicos de las técnicas, como de forma individual, considerando las características personales de cada deportista. La posibilidad de cuantificación objetiva de los parámetros determinantes del resultado con la utilización de métodos cinematográficos y dinamográficos (complementado con tratamiento informático de los mismos), son adecuadamente tratados por el autor así como las ventajas e inconvenientes de los mismos. Continúan dos artículos sobre cualidades físicas, la otra gran columna que sustenta el moderno entrenamiento deportivo.