Sobre los dirigentes y las federaciones deportivas

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Resumen

Es generalizado el interés por el deporte en este año 1994; es más, podemos deducir sin gran esfuerzo que no es nuevo. No hay duda que disponer de un año internacionalmente dedicado al deporte (ONU) es ver un sueño cumplido para los más avanzados de edad y para aquellas personas que son añejas en su relación con el deporte. Ahora bien, mezclar en las postrimerías del siglo XX «el espíritu olímpico» con la tregua olímpica de hace cientos de años es más que pretencioso, pues los factores, la historia, las variables, etc. no pueden dar lugar a hechos ni circunstancias parecidas aunque existan personalidades que insistan en utilizar este concepto como mediador de paz. En cualquier caso siempre es de felicitar todo intento de paz, evidentemente dentro de unos límites legalmente establecidos, venga de donde venga, exija los procedimientos que exija. No tenemos la intención de centrar nuestra opinión en el olimpismo y quisiéramos ubicarnos, en el pequeño espacio que nos ofrece la revista, en el «dirigentismo» de las federaciones deportivas. En términos taurinos, descender a la arena supone concretar la faena. En el deporte, después de los magnos acontecimientos del ’92, descender a los hechos concretos es analizar las federaciones deportivas en la actualidad, entre otros posibles análisis que nos permite el universo del deporte. Es evidente que no es el momento para hacer un análisis minucioso —ni tampoco disponemos de los medios necesarios para hacerlo— y quizás simplemente sea más fácil enumerar los diferentes paradigmas o modelos de dirigentes deportivos federativos.

ISSN: 2014-0983

Publicado: 1 de abril de 1994