Revisión sistemática de las influencias sociales en el deporte: apoyo de la familia, entrenadores y compañeros de equipo
*Correspondencia: Larissa Fernanda Porto Maciel larissa.maciel10@edu.udesc.br
Citación
Porto Maciel, L.F., Krapp do Nascimento, R., Milistetd, M., Vieira do Nascimento, J. & Folle, A. (2021) Systematic Review of Social Influences in Sport: Family, Coach and Teammate Support. Apunts Educación Física y Deportes, 145, 39-52. https://doi.org/10.5672/apunts.2014-0983.es.(2021/3).145.06
Resumen
El objetivo de este estudio era analizar las publicaciones científicas sobre la influencia de los agentes sociales en el deporte con el fin de identificar los distintos tipos (emocional, informativo, tangible) y niveles (positivo, indiferente, negativo) de apoyo social que brindan a los deportistas sus familiares, entrenadores y compañeros de equipo. Esta investigación sistemática se llevó a cabo mediante la búsqueda en las bases de datos de PsycInfo, ProQuest, SportDiscus, Scopus y Web of Science, así como en listas de revisiones sistemáticas del apoyo social al deporte. Para llevar a cabo el estudio se utilizó la lista de comprobación PRISMA y el análisis de calidad del estudio se implementó aplicando la declaración STROBE. Se usaron los criterios PECOS para evaluar la elegibilidad de los estudios encontrados a partir de los términos aplicados en la estrategia de búsqueda. Los 31 estudios seleccionados examinaban la percepción de los deportistas de modalidades individual y colectiva de las tres etapas del entrenamiento deportivo (diversificación, especialización e inversión). La conclusión principal es que los avances en la investigación sobre el apoyo social han generado un conjunto diverso de pruebas que revelan que el análisis se enfoca principalmente en el apoyo social familiar. Se identificó que los familiares acostumbran a ser los principales proveedores de apoyo social y, como tales, ofrecen a los deportistas formas únicas de apoyo emocional, informativo e intangible tanto desde una perspectiva positiva como negativa. Los entrenadores desempeñan un papel importante en el apoyo emocional e informativo y los compañeros de equipo, en el apoyo emocional. La conclusión es que contar con unos niveles positivos de apoyo emocional, informativo y tangible por parte de los agentes sociales es fundamental para consolidar la voluntad de los deportistas de mantener y prolongar su implicación con el deporte.
Introducción
Las relaciones interpersonales son uno de los factores principales que determinan la calidad de las experiencias que los deportistas viven al practicar deporte (Coutinho et al., 2018). De ahí que entender las influencias sociales se haya considerado uno de los temas más relevantes para predecir el rendimiento deportivo (Goldsmith, 2004), el cual se ve influenciado por el resultado de la interacción con los agentes sociales, además de por las experiencias y un entrenamiento de calidad y por el talento innato del deportista.
Teniendo en cuenta el apoyo social en el deporte, los deportistas tienen tres fuentes de influencia principales a medida que progresan en su carrera deportiva: su familia, los entrenadores y los compañeros de equipo. Estos agentes sociales componen una red social compleja y con múltiples facetas que puede no tener ninguna influencia o bien tener efectos positivos y/o negativos en las experiencias deportivas de los deportistas (Côté et al., 2003; Côté et al., 2016; Sheridan et al., 2014), ya que contribuyen a generar un clima motivador definido a través de sus comportamientos, valores, actitudes y apoyo (Camerino et al., 2019; Puigarnau et al., 2016) y afectan a la manera de interactuar y de percibir su implicación con el deporte que tienen los deportistas (Atkins et al., 2013). Por este motivo, en este artículo se explican los tres agentes sociales y cómo contribuyen a la implicación de los deportistas en el deporte.
Apoyo social
El término “apoyo social” suele utilizarse en la literatura para describir un grupo de fenómenos diferenciados pero interrelacionados (Goldsmith, 2004). En el contexto del deporte, se trata de un factor multidimensional que se ha empleado para describir la calidad general de las relaciones a través del apoyo percibido, disponible o recibido y de la red social individual (Rees y Hardy, 2000).
Existen diversos tipos de apoyo social (Goldsmith, 2004), si bien tres de ellos se consideran especialmente relevantes en el deporte: el emocional, el informativo y el tangible (Cutrona y Russell, 1990; Holt y Dunn, 2004). El apoyo emocional hace alusión a los cuidados y aliento que hacen que una persona se sienta querida y protegida por los demás (por ejemplo, la motivación y el afecto). El apoyo informativo incluye recibir información y consejo con respecto a distintas situaciones contextuales (por ejemplo, feedback y consejos), mientras que el apoyo tangible incluye la ayuda concreta recibida (por ejemplo, ayuda logística o financiera) (Holt y Dunn, 2004; Cutrona y Russel, 1990). Así pues, el desarrollo positivo de los deportistas a través del deporte dependerá de las relaciones con los agentes sociales, del tipo de apoyo que reciban y de cómo lo perciban.
Agentes sociales
La familia se considera el principal actor de socialización, a través del cual los niños desarrollan sus propias identidades y aprenden las normas y los valores de la sociedad en la que viven (Kubayi et al., 2014). Mayoritariamente, es la familia la que brinda al niño la primera oportunidad de practicar un deporte, además de influir significativamente en la decisión del niño de seguir practicándolo o abandonarlo (Nunomura y Oliveira, 2013). De ahí que, desde el acceso a un deporte hasta la consecución de los primeros logros, los padres ejerzan una influencia significativa en la carrera deportiva de sus hijos (Dunn et al., 2016; Sheridan et al., 2014).
Además de la familia, el entrenador ocupa una posición de poder y liderazgo que se considera determinante en las experiencias de los deportistas (Kassing et al., 2004; Mora et al., 2014; Nascimento Junior et al., 2020). A medida que los jóvenes deportistas se van involucrando de manera más sistemática en el deporte, los entrenadores se convierten en una fuente importante de influencia, mientras que los padres pasan a un segundo plano y desempeñan un papel menos directivo en la práctica deportiva de sus hijos (Pérez-González et al., 2019; Wylleman y Lavallee, 2004). Ello explica que el apoyo y la calidad de la relación entre el entrenador y el deportista se hayan considerado elementos fundamentales para el desarrollo de la carrera deportiva (Jowett y Cockerill, 2003) y, por consiguiente, un aspecto clave para el éxito en el deporte (Riera et al., 2017).
A pesar de la influencia significativa que poseen la familia y el entrenador, llega un momento en que los jóvenes deportistas empiezan a pasar más tiempo con sus compañeros del entorno deportivo. Durante este período, que suele tener lugar en la adolescencia, la influencia de sus iguales adquiere un papel cada vez más relevante para los deportistas (Côté et al., 2016; Mora et al., 2014), tanto en el deporte como en otros contextos de sus vidas (Holt y Sehn, 2008; Sanz-Martín, 2020; Scott et al., 2019). Los compañeros de equipo constituyen una red social que permite compartir objetivos, estilos de vida, dificultades y una sensación de relación entre sus integrantes. Además del potencial de proporcionar experiencias psicológicas positivas y/o negativas a través de la práctica del deporte (Fraser-Thomas y Côté, 2009; Scott et al., 2019), influyen en la implicación del deportista y en su voluntad de continuar practicando o abandonar el deporte (Fraser-Thomas et al., 2008a).
Teniendo en cuenta la perspectiva del apoyo social en el deporte, cabe destacar que la producción científica en torno a las influencias sociales ha aumentado de manera considerable con el paso de los años (Cranmer y Sollitto, 2015; Folle et al., 2018; Keegan et al., 2010). En general, los estudios han subrayado que los deportistas tienen más probabilidades de alcanzar resultados positivos (un elevado rendimiento y una carrera deportiva exitosa) si reciben apoyo y se los alienta con un feedback positivo, si cuentan con el respaldo de sus familias, con entrenadores que estimulan su autonomía (Dunn et al., 2016) y con compañeros de equipo que les ayudan a desarrollarse personal y moralmente (Valero-Valenzuela et al., 2020).
Además de las influencias sociales, se ha sugerido que los modelos de desarrollo deportivo entienden y determinan mejor la implicación de los jóvenes en el deporte, incluido el Modelo de Desarrollo Deportivo, o DMSP, por sus siglas en inglés (Côté, 1999; Côté et al., 2003). El DMSP propone que los jóvenes avancen por las distintas etapas con características específicas y grupos de edad secuenciales. Dichas etapas están relacionadas con la diversificación inicial en las actividades deportivas (hasta los 12 años), la especialización en un deporte (entre los 13 y los 15 años) y la inversión en un deporte concreto, centrándose en el rendimiento (más de 16 años) (Côté et al., 2003).
Si bien existen estudios de investigación importantes acerca de las influencias sociales, se adolece de una escasez de estudios de revisión sistemáticos que ofrezcan una visión integradora de los conocimientos empíricos existentes, centrada en el apoyo recibido por parte de los tres agentes sociales principales (familia, entrenadores y compañeros de equipo) y en el tipo (emocional, informativo y tangible) y nivel (positivo, indiferente y negativo) de apoyo que se ofrece a los deportistas. Tal como indican las revisiones sistemáticas sobre este tema (Bremer, 2012; Sheridan et al., 2014), tales estudios amplían nuestra comprensión de la materia y proporcionan a los investigadores la oportunidad de compartir las evidencias disponibles mediante la identificación de las teorías adecuadas para desarrollar direcciones de investigación y estrategias de intervención futuras, así como para aumentar la conciencia acerca del tipo de métodos de investigación empleados en el ámbito de los estudios y detectar qué investigaciones siguen necesitándose.
Teniendo en cuenta dicha situación, esta revisión se propuso analizar publicaciones científicas sobre la influencia de los agentes sociales en el deporte con el fin de identificar los distintos tipos y niveles de apoyo que brindan a los deportistas sus familias, entrenadores y compañeros de equipo. De acuerdo con dicho objetivo y con la literatura existente en la materia, para el presente estudio se formularon cuatro hipótesis: a) la familia proporciona un apoyo principalmente emocional y tangible; b) los entrenadores proporcionan un apoyo primordialmente informativo; c) los compañeros de equipo son los que proporcionan un mayor apoyo emocional; y d) los deportistas perciben el apoyo recibido por parte de los distintos agentes sociales predominantemente como algo positivo.
Metodología
Protocolo de investigación
Para la preparación de la presente revisión sistemática se siguieron los criterios recomendados por la declaración PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyzes) (Moher et al., 2009), que proporciona una guía para las revisiones sistemáticas y los metaanálisis (Moher et al., 2015). Con vistas a aumentar la transparencia del proceso de revisión y dar a conocer y reducir la duplicación imprevista de revisiones sistemáticas, el protocolo de esta investigación se registró en la base de datos PROSPERO (International Prospective Register of Systematic, CRD42019114096). El registro permite una documentación permanente de 22 elementos obligatorios (más 18 opcionales) durante la preparación y la realización de una revisión a priori sistemática, y contribuye a la precisión, exhaustividad y accesibilidad de los estudios (Moher et al., 2015).
Fuentes de información y estrategia de búsqueda
Se realizó una búsqueda rigurosa de literatura en las bases de datos electrónicas siguientes: PsycInfo (APA); ProQuest (Physical Education Index); SportDiscus a través de EBSCO; Scopus (Elsevier), y Web of Science – Core Collection (Clarivate Analytics). Se optó por utilizar tales bases de datos por su inclusión de revisiones sistemáticas relacionadas con el apoyo social en el ámbito de las ciencias del deporte (Bremer, 2012; Sheridan et al., 2014), y se realizó una búsqueda secundaria manual en listas de referencia para localizar estudios adicionales.
En cada uno de los motores de búsqueda se introdujeron términos relacionados con la temática del estudio (“influencia” OR “apoyo” OR “implicación”), que se combinaron con términos relacionados con la población (“deportista” OR “padres” OR “familia” OR “entrenador” OR “compañeros” OR “compañeros de equipo”) y el contexto de las búsquedas (deporte), utilizando el operador booleano AND para combinar términos relacionados con la temática, la población y el contexto (“influencia” OR “apoyo” OR “implicación” AND “deportista” OR “padres” OR “familia” OR “entrenador principal” OR “compañeros de equipo” AND “deporte”).
Criterios de elegibilidad
La elegibilidad de los artículos rastreados siguió las recomendaciones de la literatura para llevar a cabo un estudio de estas características (Meline, 2006). Para el análisis consideramos artículos originales escritos en inglés durante el período 2001-2018 (siglo XXI) que ofrecieran un resumen y el texto íntegro disponible en línea.
La evaluación de la elegibilidad se llevó a cabo de manera estandarizada e independiente por parte de dos investigadores licenciados en Educación Física, a la vez participantes en el programa de doctorado de Ciencias del Movimiento Humano y con experiencia en la elaboración de investigaciones científicas y revisiones sistemáticas. Las discrepancias se resolvieron mediante consenso, con la ayuda de un tercer investigador en caso de desacuerdo (Prat et al., 2019). La inclusión y exclusión de estudios se realizó en atención a los criterios PRISMA PECOS (Figura 1). Tras efectuar las búsquedas en las bases de datos, se eliminaron los estudios duplicados. Por último, se siguieron tres pasos para seleccionar los estudios en base a los criterios de elegibilidad: la lectura del título, la lectura de los resúmenes y la lectura de los textos completos. La elegibilidad para la inclusión en los estudios finales se verificó calculando el grado de acuerdo o reproducibilidad entre dos conjuntos de datos mediante el índice Kappa (Cohen, 1960). Se obtuvo un valor superior a 0.87, el cual indica un nivel de acuerdo perfecto entre los evaluadores (Anguera y Hernández-Mendo, 2014; Landis y Koch, 1977)
La búsqueda en las bases de datos (primaria y secundaria) se llevó a cabo durante la primera mitad de noviembre de 2018 y generó 1020 registros. En la fase de selección, 179 artículos se excluyeron tras la lectura del título porque no satisfacían los criterios PECOS siguientes: participación (9); exposición (4); resultado (132); estudio (3); exposición/resultado (8); participación/resultado (19); participación/estudio (2); resultado/estudio (2). Tras la lectura de los resúmenes, se eliminaron 30 artículos en atención a los criterios siguientes: participación (8); resultado (7); estudio (4); participación/resultado (6); participación/exposición (5). Por último, en la fase de elegibilidad, se eliminaron 28 artículos que no reunían los criterios de resultado (27) e idioma (1). En la Figura 2 se presenta un diagrama de flujo que resume el proceso de selección del estudio.
Evaluación de la calidad metodológica de los estudios
Dos investigadores evaluaron de manera independiente la calidad de cada estudio revisado mediante la lista de comprobación adaptada de los elementos incluidos en los estudios transversales (STROBE – Elm et al., 2008). La lista de comprobación estaba integrada originalmente por 22 elementos, 17 de los cuales se utilizaron en este estudio, todos ellos relacionados con el título y el resumen del artículo (elemento 1), la introducción (elementos 2 y 3), los métodos (elementos 4-8 y 10-12), los resultados (elementos 13-14 y 16) y los apartados de discusión (elementos 18-20).
Los estudios se clasificaron con acuerdo a los siguientes puntos de corte: A (> 80 %, alto), B (de 50 % a 80 %, moderado) y C (< 50 %, bajo). Los puntos de corte se obtuvieron a partir de la suma de la puntuación aplicada a cada elemento: 0 (no responde); 1 (responde) (Olmos et al., 2008). Los desacuerdos entre los investigadores se resolvieron mediante consenso. Las puntuaciones de calidad metodológica para todos los estudios incluidos figuran en la Tabla 1.
Extracción y análisis de datos
Los estudios extraídos se organizaron y archivaron usando el software Endnote (X7), mientras que la categorización y el análisis se realizaron con ayuda del software QSR NVivo PRO (versión 12). De acuerdo con la información presentada en los estudios, las características (año; localización del estudio; género; fase de desarrollo deportivo, basada en la edad y el tipo de deporte; agentes sociales investigados; tipo de investigación; instrumental y software empleados) y la calidad de los estudios se analizaron cuantitativamente mediante estadísticas descriptivas (frecuencia absoluta).
Resultados
Los resultados presentados en los estudios se analizaron cualitativamente mediante el establecimiento de categorías y subcategorías de análisis, que se definieron a priori en base al marco conceptual y a posteriori en base a los datos empíricos de los estudios: agentes sociales (familiares, entrenadores y compañeros de equipo); tipo de apoyo social (emocional, informativo o tangible), y nivel de apoyo social (positivo, indiferente o negativo).
Características de los estudios
Las características de los 31 estudios seleccionados para esta revisión sistemática se incluyen en la Tabla 1. La mayoría de estas investigaciones se publicaron a partir de 2010 (21). En términos de ubicación de los estudios, cuatro de ellos se realizaron en Estados Unidos y cuatro en el Reino Unido.
La mayoría de las investigaciones se llevaron a cabo con deportistas de ambos sexos (24) y solo una se realizó exclusivamente con deportistas de sexo masculino. En cuanto a la fase de desarrollo a largo plazo del deportista (Côté et al., 2003), 10 estudios se llevaron a cabo con deportistas en las tres fases (diversificación, especialización, inversión) y 14 estudios incluían a practicantes de deportes de equipo e individuales.
Los estudios que aplicaban un enfoque cuantitativo (16) recogieron los datos mediante cuestionarios (16), mientras que los estudios con un enfoque cualitativo (14) recurrieron a entrevistas semiestructuradas (10), y solo se realizó una investigación que incluyera ambos planteamientos. Los programas de software SPSS (n = 4) y NVivo (n = 4) fueron los más utilizados para el análisis de los datos. Además, predominaban los estudios que contemplaban la percepción de los deportistas sobre el apoyo proporcionado por sus familias (13) (Tabla 1).
Tabla 1
Resumen de las características del estudio.
Riesgo de sesgo
En atención a las pautas utilizadas (Elm et al., 2008; Olmos et al., 2008), se atribuyó una elevada calidad metodológica a la mayoría de los estudios (23) y una calidad moderada a ocho estudios. En total, el riesgo de sesgo en los estudios incluidos se consideró relativamente bajo.
Agentes sociales, tipo y nivel de apoyo social
Los resultados del estudio se organizaron en torno a la influencia de los principales agentes sociales investigados (familiares, entrenadores, compañeros de equipo), centrándose en el tipo de apoyo (emocional, informativo o tangible) y en el nivel (positivo, indiferente o negativo) percibido por los deportistas.
Apoyo familiar
La información incluida relativa a la influencia de la familia se obtuvo de 24 estudios (Figura 3). En nuestro análisis detectamos que, según la percepción de los deportistas investigada en los estudios seleccionados, el apoyo que brindaba la familia era fundamentalmente emocional.
Los estudios revelaron que el apoyo emocional (23) provisto por la familia se identificaba como un factor clave de motivación para los deportistas en su práctica deportiva y revelaron que, en general, la familia estaba presente (en entrenamientos y competiciones), prestaba apoyo y creía en los beneficios de la práctica deportiva. No obstante, en algunos de dichos estudios, algunos deportistas también evaluaron negativamente el apoyo emocional (16) de la familia. En tales casos, la implicación excesiva (crítica, expresiones espontáneas de decepción, un énfasis excesivo en la victoria y unas expectativas poco realistas), en lugar de una motivación, se convirtió en una fuente de presión y estrés, sobre todo en situaciones competitivas. Además, dos estudios revelaron que algunos deportistas se mostraban indiferentes al tipo de apoyo emocional proporcionado por la familia.
En los resultados de la investigación observamos que, mediante consejos, asesoramiento y la provisión de feedback y críticas constructivas, la familia aspira a transmitir información sobre patrones de nutrición, reposo, entrenamiento y rendimiento en el deporte. En general, los deportistas investigados interpretaban de manera positiva este apoyo. Por otro lado, los mismos comportamientos instructivos (7), cuando se apoyan en aspectos nocivos (críticas negativas, presión excesiva), conducían a los deportistas a sentirse frustrados y desmotivaban su implicación en el deporte. Asimismo, un estudio recalcaba que los deportistas reciben con indiferencia el apoyo informativo de los miembros de la familia, el cual no influye en su práctica deportiva (Wolfenden y Holt, 2005).
Las percepciones positivas del apoyo tangible (11) demostraron que los deportistas reconocían la disponibilidad de la familia (adquisición de material para el deporte y apoyo logístico) tanto en los entrenamientos como en las competiciones. Por su parte, una inversión desproporcionada (2) llevaba a algunos deportistas a sentirse presionados e insatisfechos con el apoyo proporcionado por sus familias.
Apoyo de los entrenadores
La información acerca de la influencia de los entrenadores se extrajo de los 14 estudios destacados en la Figura 4. En la percepción de los deportistas investigados, observamos que los entrenadores les daban apoyo principalmente a través de su respaldo emocional e informativo.
Los resultados revelaron que el apoyo emocional positivo de los entrenadores (ambiente motivador, confianza y respeto) afectaba directamente a la implicación de los deportistas en el deporte (11). En cambio, las situaciones negativas (exigencias, presión, foco en los resultados y en el rendimiento deportivo) conducían a los deportistas a sentirse presionados por el entrenador e insatisfechos con el deporte (9). Se subrayó que las percepciones de apoyo informativo (feedback, orientación y consejos), sobre todo con fines de mejorar el rendimiento deportivo, generaban formas efectivas de motivación en los deportistas (5). Aun así, algunos deportistas señalaron que el feedback de los entrenadores era excesivamente crítico y, a resultas de ello, influía negativamente en la confianza y en el desarrollo deportivo (5). El apoyo tangible apenas tenía reflejo en las percepciones de los deportistas (1).
Apoyo de los compañeros de equipo
La información analizada con respecto a la influencia de los compañeros de equipo se extrajo de nueve estudios (Figura 5). Según la percepción de los deportistas, los compañeros de equipo proporcionaban principalmente apoyo emocional para la práctica deportiva.
Se ha demostrado que una relación positiva con los compañeros de equipo (amistad, aceptación y ánimo) contribuye a la calidad de las experiencias deportivas que perciben los deportistas (8). Ahora bien, las actitudes negativas (rechazo, falta de apoyo, ego) conducían a los deportistas a desarrollar competitividad y rivalidad con sus compañeros de deporte (4). Los deportistas subrayaron el apoyo informativo de los colegas (comentarios orales y feedback positivo) como un factor motivador en varias situaciones (2). No obstante, los aspectos desfavorables (críticas y feedback negativo) daban lugar a la competitividad entre deportistas y engendraban consecuencias adaptativas negativas relacionadas con los deportes (2).
Discusión
El objetivo de este estudio era analizar las publicaciones científicas sobre la influencia de los agentes sociales en el deporte con el fin de identificar los distintos tipos y niveles de apoyo social que brindan a los deportistas sus familiares, entrenadores y compañeros de equipo. En general, esta revisión reveló un aumento de publicaciones sobre el tema desde 2010, a partir de estudios realizados con deportistas de ambos sexos en las tres etapas del desarrollo del deportista a largo plazo y centrándose en analizar el apoyo social proporcionado por las familias. La evidencia sugiere que los familiares proporcionan los tres tipos de apoyo (emocional, informativo y tangible), mientras que los entrenadores les dan apoyo emocional e informativo y sus compañeros de equipo, apoyo emocional.
El número creciente de publicaciones acerca de la influencia social en el deporte destaca la contemporaneidad del tema y la preocupación de los investigadores por entender los factores que interfieren en el desarrollo de los deportistas, desde el deporte de base hasta el de alto rendimiento. Esta evidencia indica que la investigación aspira a un entendimiento multidimensional del deporte, sobre todo acerca de las variables relacionadas con la edad y el género, el cual puede ayudar a los especialistas a proporcionar el apoyo adecuado a los deportistas en las distintas etapas de desarrollo y en la evolución, en ambos sexos (Sheridan et al., 2014).
Uno de los elementos más destacados revelados por este estudio fue el alcance de las investigaciones llevadas a cabo, con un foco específico en la influencia de la familia en el desarrollo de los deportistas, que viene a llenar un vacío detectado previamente en la literatura (Fredricks y Eccles, 2004). Los deportistas observados en los distintos estudios analizados encontraban en la familia su principal apoyo, al margen de su género y de la etapa deportiva en la que se hallaban. Esto significa que, durante toda la trayectoria del deportista, desde la iniciación hasta el deporte de élite, indistintamente del tipo y nivel de apoyo, los familiares tienen una influencia importante en la carrera de los deportistas, lo cual deja clara la importancia de estudiar este agente, tal como ya se ha destacado en la literatura (Côté, 1999; Fraser-Thomas et al., 2005).
En esta revisión hemos partido de la hipótesis de que la familia proporcionaba el mayor apoyo emocional y tangible a los deportistas. Esta hipótesis quedó parcialmente sustentada, dado que los deportistas percibían los tres tipos de apoyo. Las evidencias detectadas en las investigaciones seleccionadas sugieren que los familiares pueden modelar las experiencias de los deportistas, que serán favorables si demuestran control de las emociones, respeto, ética y coparticipación con los objetivos del deportista. Para ello, la familia debe entender que, por sí solo, el deportista no podrá continuar implicado en el deporte y que demostrar empatía con los retos que afronte en este contexto aumentará las posibilidades de éxito en su carrera deportiva (Knight et al., 2018).
Por otra parte, aunque perciben niveles positivos de apoyo, un elevado número de estudios demuestra percepciones negativas por parte de los deportistas en relación con la familia. En un intento por maximizar los beneficios, sobre todo en los más pequeños, los familiares suelen ejercer un elevado nivel de apoyo emocional, informativo y tangible a expensas de las experiencias deportivas de los deportistas.
Los resultados demostraron que los comportamientos familiares negativos, como la presión, las exigencias y un énfasis excesivo en la victoria y el rendimiento, crean expectativas poco realistas e insatisfacción con la práctica deportiva. Otro elemento potencialmente significativo fue la asignación de recursos financieros por parte de la familia para la participación del deportista en el deporte. Parece que los familiares que hacen grandes inversiones en la carrera deportiva de los jóvenes deportistas aspiran a un cierto retorno de dicha inversión.
Ahora bien, este tipo de situación puede conducir al deportista a sentirse excesivamente presionado, obtener menos placer y, en consecuencia, demostrar un menor compromiso con el deporte (Dunn et al., 2016; Latorre-Román et al., 2020). Así pues, incluso si el apoyo es positivo, puede contemplarse como negativo, en función de cómo lo perciba y experimente el deportista.
La información obtenida de esta revisión destacaba a los entrenadores como una fuente complementaria de apoyo. La segunda hipótesis propuesta no se verificó porque, incluso pese a proporcionar apoyo informativo, el apoyo que más percibieron los deportistas de su relación con sus entrenadores fue emocional. Los resultados de los estudios demostraron que el apoyo emocional e informativo del entrenador, principalmente a través de la motivación, el feedback y los consejos, puede establecer relaciones duraderas que posiblemente conducirán a los deportistas a prolongar su implicación con el deporte (Pérez-González et al., 2019).
Por otra parte, el entrenador también puede ser una fuente de apoyo negativo cuando ejerce una presión exagerada y hace críticas desfavorables del rendimiento del deportista, cosa que puede conllevar la falta de equilibrio y de establecimiento de unos vínculos afectivos que les permiten mantener una relación mutua de respeto y confianza. Es necesario que los entrenadores entiendan a sus deportistas tanto dentro como fuera del contexto deportivo y que demuestren un interés real en sus vidas. Esta actitud puede ayudarlos a enfocar mejor las necesidades de los deportistas y a desarrollar habilidades y objetivos realistas que les permitan una carrera deportiva de éxito (Nascimento Junior et al., 2020; Rottensteiner et al., 2013).
Rara vez, en los estudios analizados, los deportistas manifestaron percibir un apoyo tangible por parte de los entrenadores. Este tipo de apoyo incluye el reconocimiento de que el entrenador proporciona al atleta beneficios o servicios (rehabilitación, tratamiento de lesiones, programas de entrenamiento y ejercicio, equipamiento deportivo o ayuda financiera) destinados a ayudar al deportista a practicar el deporte (Holt y Dunn, 2004; Rees y Hardy, 2000). Quizá, sobre todo en el caso de los deportistas más jóvenes, no se percibe que este tipo de apoyo proceda directamente del entrenador y tales responsabilidades pueden atribuirse a los familiares o incluso al club o centro deportivo, lo cual podría haber reducido el reconocimiento de estos hechos en el análisis del apoyo provisto por los entrenadores.
Ha quedado demostrado que la relación con los compañeros de equipo contribuye a la calidad de las experiencias de los deportistas, principalmente a través del apoyo emocional, lo cual corrobora la tercera hipótesis de este estudio. Si bien la literatura deportiva se ha centrado principalmente en cómo los agentes sociales adultos, como los familiares y entrenadores, pueden dar forma al desarrollo de los deportistas (Marsh et al., 2015), parece existir un creciente reconocimiento de que las interacciones con los compañeros de equipo también son importantes para generar resultados positivos en el deporte (Macpherson et al., 2016).
Los resultados de los estudios sugieren que la calidad de la amistad y la aceptación de los iguales guardan una estrecha relación con la motivación, el compañerismo y, en consecuencia, con un mayor compromiso del deportista con el deporte (Ullrich-French y Smith, 2006).
A medida que la práctica deportiva progresa, el papel de los compañeros de equipo se redefine y se torna cada vez más importante, sobre todo en las fases de especialización e inversión deportiva, ya que es en estas, quizá las más complejas para los deportistas, cuando suele experimentarse la transición hacia la adolescencia y un cambio habitual de los papeles desempeñados por adultos importantes (Côté et al., 2016).
Ahora bien, los conflictos con los compañeros de equipo pueden llevar a los deportistas a abandonar por completo el deporte (Scott et al., 2019). La evidencia obtenida, pese a ser predominantemente positiva, es coherente con la de Sheridan et al. (2014), en el sentido de que indica que un apoyo emocional e informativo negativo por parte de los compañeros de equipo que implique un ambiente de colisión de egos, una alta competitividad y comentarios despectivos suele estar estrechamente relacionado con el abandono del deporte. De ello se infiere que la continuidad en el deporte también dependerá de la calidad de la relación con los compañeros de equipo, que será fundamental para tomar esta decisión.
La comparación de la evidencia de esta revisión y la literatura existente permiten determinar que la experiencia deportiva del deportista está directamente influida por el tipo y el nivel de apoyo que recibe de los agentes sociales, que se proporciona con distintos valores y creencias (Defreese y Smith, 2014). En esta investigación, los resultados de los estudios analizados revelaron que el apoyo de los agentes sociales se percibe predominantemente como positivo, de acuerdo con la cuarta hipótesis de este estudio. Así, incluso proporcionando un apoyo negativo, este se percibe con menos frecuencia que el apoyo positivo, lo cual demuestra que los familiares, los entrenadores y los compañeros de equipo satisficieron su papel de compartir las necesidades de los deportistas y proporcionarles apoyo emocional, informativo y tangible para ayudarlos en sus actividades deportivas.
Desde esta perspectiva, para ayudar a los deportistas a desarrollarse y protegerlos de manera efectiva de situaciones indeseables, se antoja crucial examinar más en detalle cómo influyen los agentes sociales en el desarrollo deportivo de los deportistas. Esto no solo exige analizar la información de investigación disponible, sino también generar nuevos estudios destinados a entender mejor los mecanismos psicológicos en el marco de los contextos específicos de la cultura deportiva que proporcionen un mejor entendimiento de cómo pueden influir determinados tipos y niveles de apoyo en la continuación o interrupción de una carrera deportiva.
Conclusiones
Los resultados de esta revisión sistemática proporcionaron una clara indicación de la amplitud y la complejidad de los distintos tipos y niveles de apoyo que los agentes sociales ofrecen a los deportistas. Se identificó que las familias son las únicas proveedoras de los tres tipos de apoyo y que proporcionan a los deportistas apoyo emocional, informativo y tangible en los tres niveles (positivo, indiferente y negativo). Los entrenadores fueron quienes dieron mayor apoyo emocional e informativo, mientras que los compañeros de equipo demostraron brindar un mayor apoyo emocional, tanto en términos positivos como negativos, según la percepción de los deportistas. En general, parece que identificar las funciones y responsabilidades específicas que puede proporcionar cada agente social, así como conocer las demandas y los objetivos de los deportistas, resultaría de ayuda para encaminar una carrera deportiva de éxito.
De esta revisión surgieron varias propuestas prácticas para familiares, entrenadores y otros agentes sociales presentes en el contexto del deporte que trabajan con deportistas. Se ha demostrado que las familias, los entrenadores y los compañeros de equipo tienen una influencia positiva en diversos factores que afectan a la evolución de los deportistas en el deporte. Las familias fueron las únicas que proporcionaron los tres tipos de apoyo, lo cual indica su importante y ubicua función, tanto en términos positivos como negativos. Este hallazgo puede ayudar a los familiares a revisar sus actitudes y el tipo de apoyo que proporcionan a los atletas para garantizar unas relaciones de apoyo favorables y positivas. Esta información puede contribuir a entender los tipos de apoyo específicos que pueden proteger a los deportistas de tipos concretos de efectos estresantes derivados de la implicación en el deporte a lo largo del tiempo. Así pues, con el fin de ayudar a los deportistas a seguir practicando un deporte, los agentes sociales más próximos deben ser conscientes del tipo y nivel de apoyo que les proporcionan en distintos momentos de su trayectoria deportiva.
Limitaciones y direcciones futuras
Este estudio hace aportaciones importantes sobre cómo perciben los deportistas la influencia de los agentes sociales en el deporte, para lo cual se han analizado los tipos y niveles de apoyo que les proporcionan sus familiares, entrenadores y compañeros de equipo. No obstante, el estudio presenta diversas limitaciones metodológicas, como son: la inclusión de estudios publicados exclusivamente en inglés (que podría haber influido en las características de la muestra y conducir a la omisión de estudios culturalmente relevantes); la eliminación de los estudios que no cumplían alguno de los criterios de elegibilidad adoptados (estudios fuera del margen de fechas 2001-2018) y que no observaban la percepción de los deportistas como uno de los focos de la investigación, sino que se centraban en la percepción de los padres, los entrenadores y los compañeros de equipo sobre su influencia en la práctica de los deportistas, y la no observación de otros agentes sociales (profesores, amigos de fuera del ámbito del deporte, empresarios, miembros deportivos), quienes también podrían haber restringido los resultados de esta revisión. Además, los tamaños de las muestras y los niveles de competición de los participantes investigados no se tuvieron en cuenta ni se realizaron comparaciones entre deportistas en base a edad, sexo, deporte y país de origen, evidencias que podrían explicar algunos de los resultados hallados en base a las características de las muestras. En el futuro, las investigaciones podrían adoptar un sesgo más transversal con el fin de entender cómo la red de apoyo social de los deportistas puede influir en ellos antes, durante y después de la temporada deportiva, lo cual permitiría a los investigadores examinar las influencias de las relaciones de los agentes sociales con el paso del tiempo. Incluir poblaciones de deportistas de distintas culturas podría ayudar a comprobar la generalización y validez de los conocimientos existentes. Asimismo, incorporar conocimientos de múltiples relaciones sociales y explorar posibles efectos moderadores en el seno de un proyecto de investigación puede arrojar información significativa y hacer contribuciones valiosas a la literatura existente.
Financiación
Este estudio ha estado en parte financiado por la Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (CAPES) – Brasil – Código de finanzas 001.
Declaración de divulgación
Los autores no han informado de posibles conflictos de interés.
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ISSN: 2014-0983
Recibido: 6 de enero de 2021
Aceptado: 18 de marzo de 2021
Publicado: 1 de julio de 2021
Editado por: © Generalitat de Catalunya Departament de la Presidència Institut Nacional d’Educació Física de Catalunya (INEFC)
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