Invitación a la lectura

Jesús Galilea

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Citación

Galilea, J. (1986). Invitación a la lectura. Apunts. Educación Física y Deportes, 06, 29-33.

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Resumen

Me corresponde dentro de esta sesión académica «In Memoriam» dialogar sobre un aspecto tan intimo y tan controvertido corno el biografiar los recuerdos y las vivencias que durante años unieron en amistad a dos personas alejadas geográficamente y diría que en algunos aspectos, también ideológicamente. Conoci a José María en Diciembre de 1960. Concurria yo por entonces como alumno de 2º curso de Medicina de la Educación Fisica y el Deporte, que se celebraba en Madrid y él era profesor en el mismo. Coincidencia de encuentro que marcaría de forma definitiva gran parte de la relación futura. Hacía pocos meses que se habían celebrado en Roma los Juegos Olímpicos en los cuales los dos habíamos estado pero no coincidido, y todavía impresionados por el espectáculo y sobre todo por el marco escénico mantenimos una larga conversación en aquel entrañable bar del Gimnasio Moscardó. Por aquel entonces, Cagigal pertenecía a la Compañía de Jesús y su visión del Deporte: el hombre afirmándose y realizándose a través del deporte y éste como medio idóneo de expresión cultural de amplio contenido pedagógico y profundas raíces humanísticas se veían influenciadas por su formación eclesiástica y especificamente jesuita —sin que tenga esto el más minimo sentido peyorativo, antes el contrario. Nunca supe, ni se lo pregunté, el porqué del abandono de la orden religiosa, pero al menos externamente no pareció haber sufrido una profunda crisis personal, aunque desde luego se trataba de unas apreciaciones escasamente objetivas por lo reciente de nuestra amistad, por la dificultad de diálogo y por la lejanía.  El fenómeno olimpico ocupó la atención de José María en su producción literaria de forma permanente. Más de veinte escritos específicamente referidos al tema y otras muchas más aproximaciones, siquiera tangenciales, en relación al olimpismo, dan fe de la importancia que Cagigal concedió a éste. Su contribución, sin embargo, no se limitó a lo literario, sino que tomó parte activa en las sesiones de la Academia Olimpica Internacional, de la que era miembro de honor, y fue el primero y creo que el único director del Centro de Estudios Olimpicos del INEF de Madrid, desde su creación en el año 1969. Ambiciosa empresa ésta, que desafortunadamente tuvo escaso éxito. La toma de posición de Cagigal sobre el olimpismo fue en un principio de intencionado matiz filosófico —podríamos referirnos a aquel trabajo publicado con el nombre de «Olimpismo Moderno» en «Citius, Altius, Fortius» de 1960— para posteriormente hacerse mucho más pragmático y crítico dando vida a los, para mi, más precisos y determinantes ensayos sociológicos sobre el tema. Un ejemplo lo tenemos en el capitulo IV, referente al olimpismo en crisis en su libro «¡Oh! Deporte».

ISSN: 2014-0983

Publicado: 1 de octubre de 1986